EL TEATRO:
CONSTITUYENTES Y CARACTERÍSTICAS. DOBLE DIMENSIÓN
El teatro o drama abarca
aquellas obras, escritas en verso o prosa, destinadas a ser representadas ante
un público, en forma de diálogo directo entre personajes, de acciones que van
creando una trama, feliz o desgraciada.
a) Constituyentes teatrales.
·Texto escrito: Se compone de los diálogos
entre los personajes y de las acotaciones, que ofrecen la
información escénica necesaria para que la obra pueda representarse.
·Director: Se encarga de la adaptación,
el montaje y la puesta en escena de la obra.
·Actores: Encarnan a unos personajes
mediante palabras, gestos y movimientos.
·Escenografía: También denominada tramoya,
es el conjunto de elementos ubicados en el escenario cuya función es la de
marcar y caracterizar el espacio teatral.
b) Características del género teatral.
-Los textos teatrales tienen
como finalidad la representación.
-Se crea una doble
situación comunicativa. Por un lado, los personajes se comunican entre
sí y, por otro, se produce una comunicación extraescénica entre actores y
espectadores (los primeros fingen no hacer caso a los segundos).
-La modalidad discursiva
habitual es el diálogo y, en menor medida, el monólogo (o
soliloquio).
-Se integran
tanto códigos verbales como no verbales (decorado,
escenario, vestuario, maquillaje, luces, gestos, efectos sonoros…).
La obra teatral se puede estudiar en dos
dimensiones: como texto teatral y como representación dramática, ya
que es un texto literario concebido para ser representado ante un público,
en un escenario. Por tanto, aunque puede ser leído, su emisión y
recepción es colectiva (una compañía teatral y un público). Esto es lo que le
diferencia de otros géneros (novela, lírica, por ejemplo).
Como texto literario que es, desarrolla
una historia que se presenta directamente a través de las palabras y las
acciones de los personajes (no a través de un narrador, como en la novela) y
debe ser contada en el breve tiempo de una representación. Puede ser escrita en
prosa o en verso.
El
público participa con frecuencia en el desarrollo de la obra a través de sus
reacciones (risa, silencio, sorpresa, miedo, etc.). Sobre todo en el siglo XX,
el teatro experimental incluye en el texto secundario indicaciones para
provocar o interactuar con el público. Con este propósito se experimenta con la
forma y colocación del escenario.
EL
TEXTO DRAMÁTICO
En el texto dramático o teatral se
distingue el texto principal y el texto secundario.
El texto principal adopta diversas formas:
1. Diálogo. Es el verdadero
soporte de la acción. Corresponde a las conversaciones que mantienen entre sí
los personajes, que actúan alternativamente como emisores y receptores. Es una
recreación literaria de las conversaciones directas que se producen en la
comunicación oral. El que esta «imitación» sea más o menos fiel o realista
depende del tipo de obra y de la tradición literaria. Por ejemplo, durante
mucho tiempo fue habitual que las obras de teatro se escribiesen en verso.
Además, a través del diálogo, los
personajes se describen a sí mismos al manifestar sus sentimientos, estados
anímicos, etc. La norma que los clásicos llamaban del decoro, por la
cual había coherencia entre manera de hablar y caracterización personal o
social, se rompe en el siglo XX con la aparición del teatro del absurdo, por
ejemplo.
2. Monólogo. Es el parlamento en
el que un personaje expresa en voz alta sus pensamientos y sentimientos. El
discurso no se dirige a ningún interlocutor, sino a sí mismo, acercándose al
estilo del monólogo interior narrativo. Se utiliza en momentos en que la acción
se concentra y gana intimidad.
La meditación del personaje,
revelándosela al espectador, se llama soliloquio. Si esta se dirige
directamente a los espectadores, monólogo apelativo.
3. Apartes. Son intervenciones
breves, muchas veces cómicas, que un personaje formula de manera que parezca
que los personajes no lo oyen, aunque sí el público (y a veces a algún
personaje).
El texto secundario está formado por las acotaciones. Son indicaciones sobre aspectos de la representación dramática, es decir, de la puesta en escena de la obra. No son pronunciadas por ningún personaje y suelen aparecer en letra cursiva y entre paréntesis. Pueden aparecer al principio del drama (acotación inicial); al comienzo de los actos (indicando los cambios de decorado, por ejemplo) e intercaladas entre las palabras de los personajes (señalando sus movimientos y forma de actuación).
En el teatro escrito actual ha disminuido
notablemente la importancia de las acotaciones, ya que el director de la obra
decide sobre todo lo que afecta a la representación y a la interpretación.
Hasta hace unas décadas no existía la dirección tal como la conocemos hoy, de
ahí que las indicaciones del autor fueran entonces más detalladas. En algunas
obras, por ejemplo en todo el teatro de Valle-lnclán y Lorca, pueden llegar a
adquirir carácter literario -poético incluso- y convertirse en parte
fundamental del texto.
En el análisis del texto dramático debemos
incluir (como en novela) el estudio de los personajes, el espacio, el tiempo
y la acción dramática.
• Para el análisis de la acción
dramática, distinguimos entre estructura interna (en que se puede dividir
el conflicto) y estructura externa (de actos, cuadros y escenas).
• El espacio y el tiempo, si
analizamos el espectáculo total, pueden ser dramáticos propiamente
dichos (lugares y tiempo -externo e interno- del desarrollo de la
acción), y escénicos (escenografía y duración de la representación). En
algunas épocas, se ha respetado la llamada regla de las tres
unidades, por la que se desarrolla una sola acción en un día como
máximo y en un único espacio.
SUBGÉNEROS
Los subgéneros teatrales son muchos. Los hay mayores (tragedia,
comedia, tragicomedia y auto sacramental) y menores (entremés, pasos,
monólogo y farsa); también hay teatro musical (ópera, zarzuela, sainete).
Con todo, debemos destacar que la palabra
comedia denominaba a toda obra teatral de nuestro teatro barroco,
no solo a las de final feliz y que es en esta misma época cuando surgen los
corrales de comedias, es decir, los primeros edificios teatrales, construidos
ex profeso para las representaciones de interés lúdico y popular y que
con el tiempo, derivarán en los locales de teatro actuales (teatros propiamente
dichos o salas de teatro).
Muy brevemente:
§ Tragedia: obra de origen griego que trata la lucha del
individuo contra un destino dramático. Destacan, por ejemplo, las de Sófocles.
§ Comedia: obra de carácter humorístico con la intención de
entretener al espectador y criticar o censurar vicios, defectos y comportamientos
inapropiados. El desenlace es feliz. Destacan las de los hermanos Álvarez
Quintero.
§ Drama: obra que incluye elementos cómicos y trágicos. Suele tener un
final trágico. Su nombre procede del griego δράμα, que significa
"hacer" o "actuar". En el drama burgués o “de salón”
destaca Benavente.
§ Farsa: pieza cómica destinada a hacer reír, mucho más inverosímil que la
comedia.
§ Sainete: obra breve, habitualmente cómica, de ambiente y
personajes populares, donde se ridiculizan vicios y convenciones sociales.
Destacan, por ejemplo, los de Ramón de la Cruz.
§ Esperpento: género literario creado por Valle-Inclán, en el
que se deforma la realidad y se exageran sus rasgos grotescos. Destaca, por
ejemplo, Luces de bohemia.
§ Parodia: obra que se vale de la ironía para realizar una
burla de otra obra.
§ Comedia del arte: forma teatral nacida en el
Renacimiento italiano que se caracteriza por la repetición constante de
arquetipos, la gestualidad y la presencia de máscaras muy llamativas.
§ Teatro épico: intenta crear actitudes críticas y opiniones en
el espectador, no emociones. Presencia de un narrador.
§ Happening: es una improvisación espontánea de actores y
público. No hay texto previo.
§ Teatro de calle: se realiza en plazas y calles
y su finalidad es la de acercar el género a un público que no suele asistir al
teatro habitualmente.
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