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Teoría






1. ARTE E ISLAM
Durante 8 siglos se rezó a Alá y se habló árabe en la Península Ibérica. En 711, los árabes cruzaron el estrecho de Gibraltar, derrotando en la laguna de La Janda al rey godo don Rodrigo; en 1492, los Reyes Católicos acaban la reconquista tomando Granada. Al-Ándalus se comparaba con el Paraíso del Corán. El culto al agua y a la vegetación se encuentra también en las viviendas de este pueblo procedente de zonas desérticas. Eran para la vida íntima y tenían un patio interior repleto de plantas.

La ciudad era laberíntica, y su numerosa población, comercio y arte contrasta con las carencias de la España cristiana. En el centro se halla la mezquita: lugar de oración, enseñanza islámica, justicia y meditación. Su estructura es sencilla y se inspira en el oratorio provisional de Mahoma en Medina. Consta de 3 partes en eje longitudinal: una sala cubierta (haram), orientada hacia la Kaaba, cuya dirección se indica en un nicho vacío (mihrab), perforado en el centro del muro frontal (qibla); un espacio al aire libre (sahn), rodeado de pórticos y dotado de la fuente de abluciones (sabil); y el alminar, desde donde se convoca a rezar 5 veces al día: al alba, al mediodía, al comienzo de la tarde, al crepúsculo y por la noche.

La plegaria puede hacerse en cualquier lugar con el suelo limpio. Pero el viernes al mediodía, todos los varones adultos deben ir a la mezquita aljama, donde el imán dirige un sermón subido en el mimbar, único mueble litúrgico aprobado por el Corán. A esto también asiste el califa, con un lugar reservado (maqsura).

Para expresar lo invisible en las mezquitas, se acude a una gramática decorativa, sin figuración. El ornato es geométrico (polígonos, estrellas y lazos); epigráfico (inscripciones coránicas); y de ataurique (vegetal). En palacio, baños o edificios civiles sí se representan animales y humanos.

La mezquita presenta elementos arquitectónicos islámicos: arco de herradura y capitel. Primero se aprovechó el capitel romano y visigodo, pero en el s.X se crea el corintio <<de avispero>>. Los almohades a finales del s.XII imponen el encintado. Sobre esto, los nazaríes desarrollan el <<de mocárabes>> y el de <<ataurique>>, ambos con fustes muy delgados.

Junto a la mezquita del viernes se emplaza el mercado (zoco en árabe; bazar en turco). Las tiendas se distribuyen según su prestigio. Los géneros caros se venden en la alcaicería: un recinto cerrado y custodiado. Cerca abundan los fundaq, con establos y almacenes en la planta baja y habitaciones para huésped en los pisos.

La madrasa era la escuela teológica; el maristán, el hospital; y el hamman, los baños, gratuitos debido a la obligación coránica de lavarse antes de orar.

Entre los mausoleos, destacó la qubba: una sala cuadrada cubierta con cúpula. El compromiso con la guerra santa motivó la construcción de conventos fortificados (ribat), provisto de patio de armas.

2. ARTE CALIFAL
Después del 750, el centro del Islam se trasladó de Damasco a Bagdad.

Los Abasíes derrotaron a los Omeyas, menos a Abd al-Rahman I, que estableció en Córdoba (s.VIII) un emirato independiente que supone el inicio de la fragmentación del Islam en estados.

En el s.X, Abd al-Rahman III se autoproclama califa, rompiendo con la autoridad de los Abasíes. Córdoba se convierte en la ciudad más culta y poblada de Occidente, con 250000 habitantes.

El ejército califal era el terror de los cristianos. Las luchas entre árabes de Siria, Jordania y Palestina con los bereberes norteafricanos por la sucesión provocan una guerra civil, que en 1031 pone fin al Califato cordobés de al-Ándalus, dividiéndose en quince reinos taifas.

LA MEZQUITA DE CÓRDOBA
Consta de un palmeral de columnas, de arquerías con dovelas de piedra blanca y ladrillo rojo, apoyadas sobre fustes oscuros que parecen suspendidos del techo. Los arcos entrecruzados filtran visualmente el mihrab.

Su configuración actual es producto de 4 ampliaciones que, entre el s.VIII y s.X, realizaron los Omeyas, por la necesidad de un oratorio cómodo y el crecimiento demográfico.

El núcleo se debe a Abd al-Rahman I, que asentó un oratorio sobre el solar de la basílica visigoda de San Vicente, compuesto por 12 crujías transversales cortadas por 11 naves longitudinales, que corren en dirección al muro de la qibla. Estas naves están formadas por arquerías dobladas para elevar el edificio: arcada inferior (herradura) y superior (medio punto). Esto procede del acueducto de los Milagros (Mérida), mientras que los fustes y capiteles son reaprovechados de obras romanas, salvo la hilera central, con restos visigodos. Esta fase fue completada por Hisam I, que dotó al patio de galerías para mujeres (saqifa), pabellón de abluciones y el alminar de la puerta.

La 2ª etapa corresponde a Abd al-Rahman II, que rompe el muro de la qibla añadiendo 8 crujías al oratorio y cerrando con saqifas los dos flancos del patio que faltaban. Columnas y capiteles siguen siendo de acarreo. Las obras las dirigieron los eunucos Nasr y Masrur.

En el s.X Abd al-Rahman III agranda el patio, planta olivos, cipreses y laureles, y rehace el alminar, abandonando la forma helicoidal de Oriente hacia una torre prismática. Su hijo al-Hakam II agrega 12 crujías a la sala de oración, retranqueando el muro de la qibla. Encargó a su chambelán Chafar 3 obras: el lucernario con cúpula nervada y acotado mediante arcos polilobulados y entrecruzados sobre columnas rosas y azules; la maqsura; y el mihrab, en forma de habitación por vez primera en el Islam. Hakam II encargó al emperador bizantino Nicéforo Phokas un musivario para decorar la maqsura y la fachada del mihrab.

La cuarta fase corresponde al ministro Almanzor. El director de obras fue Abd Allah ibn Said ibn Batrí, que se ve forzado a ensanchar lateralmente el recinto, ya que la proximidad del Guadalquivir le impedía alargar el frente. Esta adición le obligó a extender el patio, así que el mihrab quedó descentrado.

5 siglos después, el obispo de Córdoba Alonso Manrique ordenó empotrar un crucero catedralicio, lo que mutiló el edificio y rompió su alzado, junto al posterior revestimiento cristiano del alminar.

LA CIUDAD PALATINA DE MADINAT AL-ZAHRA
 Esta ciudad fue la capital gubernamental del califato occidental, mientras que Córdoba era la megápolis comercial y religiosa. La fundación de esta ciudad, a manos de Abd al-Rahman III, se debió a la necesidad de una plataforma político-administrativa que controlara al-Ándalus y para prestigiar el califato (carácter propagandístico).

Las obras (936) son dirigidas por Maslama ben Abdallah. Se financiaron con un tercio de los impuestos y en 945, Abd al-Rahman III se trasladó allí, donde murió años después sumido en una depresión.

Estaba escalonada, jerárquicamente, en 3 pisos: en el superior, las dependencias palatinas entre huertos y albercas; en el intermedio, jardines separando las oficinas de las viviendas de ministros; y el inferior para la mezquita, la Casa de la Moneda, el zoco y los barrios populares. El plano era rectangular y se defendía con una muralla. En los costados estaban las guarniciones de caballería e infantería. Un gran zoológico completaba la urbe.

Las excavaciones arqueológicas descubrieron en el piso alto el Salón Rico: el pabellón de recepción de embajadas extranjeras. Su estructura y decoración son copiadas después por los Taifas en sus palacios. Aquí se fraguan el arco de herradura y el capitel de avispero, e irrumpen técnicas y motivos persas con el tema del árbol de la vida. El maestro decorador fue Sunaif, e intervinieron tallistas como Bedr o Nasr.

3. ARTE ALMOHADE
Los almohades eran tribus sedentarias norteafricanas. Rechazaban dar atributos humanos a Alá, considerado un espíritu puro y eterno. Su lucha política y religiosa se centró contra los almorávides.

Conquistaron el territorio magrebí y luego Sevilla, Córdoba y Badajoz. Culminaron derrotando a los castellanos en la batalla de Alarcos, y para conmemorarlo, el califa Abu Yusuf Yaqub colocó 4 esferas de bronce en el alminar de la Giralda. Sin embargo, éstos 2 décadas después se descomponían ante la entrada de los cristianos.

Los almohades son comparados con los cistercienses por despreciar el lujo. Su arquitectura es austera y de ladrillo, con espacios vacíos.

En Sevilla realizaron dos edificios: La Mezquita y la Torre del Oro:

-La mezquita se construyó en la 2ª mitad del s.XII, aunque fue derribada en el XV para construir la actual catedral gótica. Tenía 17 naves y sólo se conserva el patio y el alminar (Giralda), éste último descentrado porque su emplazamiento inicial no era tierra firme. La obra se inició en piedra, se interrumpió, y la continuó Alí de Gomara en ladrillo cortado. A pesar de la austeridad almohade, triunfa por su concepto ornamental andaluz.
-La Torre del Oro forma parte de la reedificación almohade de las murallas de Sevilla. Su misión era controlar el paso de navíos por el Guadalquivir. Contaba con la ayuda, en la otra orilla, de un fortín desde el que se tendía una cadena que, al ser tensada, bloqueaba el tráfico fluvial.

Se inició en el siglo XIII. Tiene planta dodecagonal y presenta dos cuerpos superpuestos, pues la linterna fue un añadido dieciochesco. Su nombre se debe bien a que custodiaba el oro procedente de América, o bien a que estaba alicatada con cerámica que proyectaba reflejos dorados. Se describe además enlucida de almagra en la base y revestida de azulejos en la parte superior, haciendo que brillara de lejos.

4. ARTE NAZARÍ
En el s.XIII, Muhammad ibn Nasr funda en Granada la dinastía nazarí. La sumisión tributaria y las disputas entre reyes cristianos permiten a los nazaríes conservar durante 2 siglos y medio Andalucía oriental.

Los nazaríes construyen una acrópolis, la Alhambra o “castillo rojo” (por el color de la arcilla de sus muros). Se reparte en 3 núcleos independientes: la alcazaba militar; los palacios reales; y una ciudad autónoma con calles estrechas en las que viven dignatarios de la corte, funcionarios y personal de servicio, y donde se alza la Casa de la Moneda, mezquitas, cementerios y baños públicos.

Muhammad I sólo levantó el circuito defensivo, situando la alcazaba con un patio de armas en el ángulo más alto y saliente de la colina. Previamente abasteció de agua el enclave abriendo una acequia desde el Darro.

Muhammad II aprovechó estas conducciones para crear el Generalife, una finca en la ladera del cerro; era la zona de recreo.

Muhammad III incorpora la cultura del agua y la jardinería, ordenando construir el Partal.
El esplendor de la Alhambra llegó bajo el mandato de Yusuf I y su hijo Muhammad V, en la 2ª mitad del s.XIV:

Yusuf I reconstruyó las puertas y las torres de la muralla. Destacan la Puerta de la Explanada, con estructura interior acodada, y la torre de Comares, sede oficial del trono y salón de embajadores. El interior de esta torre está revestido de materiales como el barro y la madera, pero convertidos en obras de arte. En el techo aparecen representados esquemáticamente los 7 cielos del Paraíso musulmán presididos por el trono de Alá.

Como la tradición aconsejaba a cada monarca construir su propia residencia, Muhammad V ordenó edificar el Cuarto de los Leones, un patio de crucero con una fuente de 12 leones. Se hace con fines simbólicos: el agua es “plata fundida” que representa los dones del sultán y los leones son sus guerreros. En los 4 frentes del patio se abren otras dependencias: Sala de Mocárabes, Sala de los Reyes, Sala de los Abencerrajes y Sala de las Dos Hermanas.

Los nazaríes destruyeron la plaza de Algeciras, en señal de protesta por el asesinato del rey Don Pedro, aliado de Muhammad V. Para celebrar la victoria, se construyó la Puerta del Vino, el Mexuar (sala de audiencias) y el patio de los Arrayanes.

Comentarios arte de Al-Ándalus


1. LA GIRALDA DE SEVILLA
2. CÚPULA DE MOCÁRABES (SALA DE LOS ABENCERRAJES)
3. ALHAMBRA
4. PATIO DE LA ACEQUIA (GENERALIFE, ALHAMBRA) 
5. MEZQUITA DE CÓRDOBA
6. MEDINA AZAHARA
7. TORRE DEL ORO
8. PATIO DE LOS LEONES
9. CUARTO DE EMBAJADORES (TORRE DE COMARES)


1. LA GIRALDA DE SEVILLA
Se trata del alminar de la mezquita aljama de Sevilla más conocida como Giralda; fue construida en el año 1184 durante el período de ocupación almohade.
Análisis de la obra
Es uno de los restos que aún perduran en la antigua mezquita que fue demolida en el siglo XV para posteriormente la construcción de una catedral de estilo gótico. 
Su material principal es el ladrillo y en algunos casos la mampostería, de planta cuadrangular y con forma de prisma, existió otra torre con las mismas características rematada con una cúpula y con tres manzanas de tamaño decreciente.

La torre está rodeada por sus cuatro lados de multitud de ventanas y cuatro balcones con arcos geminados junto con arcos de herradura tradicionales de la cultura califal con arcos mixtilíneos, junto con arcos de igual semejanza.

El arte almohade no se caracteriza por la decoración, de ahí que la Giralda queda reducida a dos parejas de redes de rombos hechas con ladrillo que van en sentido descendente, conocida esta técnica como paños de sebka.

Comentario: 

 Este minarete está situado en el patio o sahn de las mezquitas, y era el lugar donde se llamaba a los fieles a la oración. Los almohades, de origen bereber, realizaban la oración cinco veces al día.

Sevilla se convirtió en la capital del reino almohade, y por ello en 1172 se mandó a construir una nueva mezquita más grande para sustituir a la anterior. En 1184 se inició la construcción del alminar bajo la dirección del constructor Ahmad Ben Baso, terminando la obra en 1195 con bolas doradas.

En 1356 a causa de un terremoto, se cayeron las manzanas doradas de la torre que dieron lugar a la construcción de un campanario. Con la construcción de la nueva catedral, se derribó parte de la mezquita y se decidió conservar la torre para que sirviera de campanario, así como el patio.


2. CÚPULA DE MOCÁRABES (SALA DE LOS ABENCERRAJES)
La CÚPULA DE MOCÁRABES se encuentra en la sala de los Abencerrajes, situada frente a la Sala de Dos Hermanas, en el patio de los Leones, y su nombre se debe a que la tradición popular asegura que en esta sala fueron degollados los caballeros Abencerrajes. Esta sala fue alcoba del sultán.

Al ser cuarto privado no hay ventanas al exterior. Los muros están ricamente decorados. La Sala de los Abencerrajes se encuentra cubierta por una grandiosa cúpula de mocárabes de yeso con forma de estrella de ocho puntas al abrirse sobre ocho trompas también de mocárabes. Está ricamente decorada, consigue una luz encantadora y mágica, pues al entrar ésta por la parte superior, va cambiando según las distintas horas del día.

Un mocárabe es un elemento arquitectónico decorativo a base de prismas yuxtapuestos (uno al lado del otro) y colgantes que parecen estalactitas sueltas o arracimadas. Suelen disponerse revistiendo las cúpulas o el intradós de los arcos.



3. ALHAMBRA
La Alhambra de Granada pertenece al arte hispano-musulmán realizado en el siglo XIII-XIV. Es un palacio fortaleza construido sobre una colina y rodeado por un muro a lo largo de todo su perímetro.

Los materiales con los que se construyó fueron muy pobres, la mampostería, el ladrillo y entramados de madera son algunos de los materiales elegidos.

La Alhambra es un conjunto de palacios constituida por dos construcciones , el Generalife y la Alhambra en sí.

La Alcazaba data del siglo XIII, construida durante el reinado de Mohamed I .La Alcazaba es un recinto fortificado cuya función es defender un lugar determinado y sus contornos, albergando dentro de ella un pequeño barrio militar con viviendas y servicios. La planta de la Alcazaba es trapezoidal irregular con su vértice angulado desde lo alto de la ciudad y destaca la Torre del Homenaje.

Entre los edificios que conforman la Alhambra está la casa real o Palacio de Comares que se distingue por el mexuar (sala de audiencias). Desde éste se pasa a dicho palacio, donde se hallan el Patio de Arrayanes y la Torre de Comares.

La estancia más representativa de la Alhambra es el Patio de los Leones, ubicado en el Harem o zona privada. El patio tiene pórticos en los cuatro lados con decoración mocárabe. En esta zona se encuentra, la sala de los Reyes y la de los Mocárabes, también se encuentran las salas de las Dos Hermanas y la de los Abencerrajes que está cubierta con cúpulas mocárabes y surtidores que permiten que el agua discurra por el suelo.

Aparte de estas estancias en la Alhambra tiene una estancia llamada Partal, el palacio más antiguo utilizado como patio de recreo, además dispone de un Baño Real al este del Palacio de Comares.

Es una arquitectura adintelada, donde los arcos son de motivo decorativo y están basados en la superposición de pilares sobre columnillas. El arco de medio punto peraltado es el más utilizado.


4. PATIO DE LA ACEQUIA (GENERALIFE, ALHAMBRA) 
El islam nace en Arabia en el S.VI, tiene una religión monoteista y revelada en el 610 al profeta Mahoma, el cual se reveló como Alá. Esta religión se difundió en poco más de un siglo por todo el Próximo Oriente y Mediterráneo oriental. Los musulmanes fueron muy tolerantes siempre con sus pueblos conquistados, es más, aprendían de ellos, lo que da lugar a un arte mezcla de culturas diferentes.

Tras la conquista de Hispania en el 711, estuvieron en nuestro país ocho siglos, en el territorio llamado Al-Andalus, en continua lucha con los cristianos del norte, y nos dejaron bellísimos edificios, muy decorados y de aspecto riquísimo, hecho con materiales pobres y baratos en su mayoría.

En el arte Nazarí se realizó un gran palacio ciudad, la Alhambra, (Castillo Rojo; llamada así por el color rojizo de sus murallas) colocada encima del cerro de la Sabika.
La Alambra tiene tres partes diferenciadas ( La Alcazaba o zona defensiva y militar, la parte oficial y la parte privada) y fue construida a lo largo de un siglo aproximadamente (1238-1369) por cinco reyes.

El segundo, Mohammad II (1273- 1302) hace el Generalife, el cual apreciamos en esta imagen.

Observamos un gran patio rectangular con una fuente central, también rectangular, rodeada de bellas plantas aromáticas, dando así a ver su unión de naturaleza y arquitectura, esta unión se debe a que los musulmanes venían de tierras desérticas sin apenas plantas y cuando llegan aquí y ven la gran riqueza natural, con tantas plantas preciosas y la abundancia de agua se enamoran de ella.

Alrededor de este patio se encuentran las habitaciones del Palacio del Generalife; en esta imagen podemos observar la entrada a dos de ellas, con un pórtico de columnas cortas y delgadas con capitel de ataurique sujetando un gran arco de medio punto en el centro y otros cuatro arcos peraltados, dos a cada lado, encima de estos arcos encontramos los paños de sebka y más arriba en el filo del techo unas decoraciones gráficas en árabe, (posiblemente fragmentos del Corán, su libro sagrado). Detrás de este pórtico encontramos otro pórtico de columnas también delgadas y cortas, pero con capiteles de mocárabe, en este pórtico encontramos que las columnas sujetan tres arcos; el arco central es peraltado y los laterales son de medio punto, encima de este pórtico encontramos otros arcos peraltados más pequeños decorados en su interior con cerámicas vidriadas (invención musulmana) y en su exterior por decoraciones gráficas, a los lados de este pórtico encontramos dos puertas de madera que llevan a habitaciones privadas y detrás del pórtico hay un pasillo y otra puerta que da al exterior.

La arquitectura privada está totalmente decorada sin excepción de ningún hueco, esto es debido al “horror vacui”, miedo al vacío, a no dejar nada sin decorar.

5. MEZQUITA DE CÓRDOBA
La mezquita de Córdoba pretendía ser la réplica de la gran mezquita de Damasco, pero acabó rivalizando con ella en belleza e innovaciones. Sus arquitectos adaptaron tradiciones locales a las necesidades constructivas islámicas. Conceptualmente, el conjunto remite a las mezquitas norteafricanas, al uso de las dovelas bicolores de la arquitectura romana (color blanco de la piedra y rojo del ladrillo) y a los arcos de herradura de los visigodos.
Sus sucesivas ampliaciones abarcan un periodo que va desde el siglo VIII hasta el siglo X, desde el emirato que la erigió, aportando soluciones técnicas, hasta el califato que la dotó de esplendor y riqueza.
Hoy en día se conserva con toda su magnificencia a pesar de que en medio de la sala de oración fue construida, en el siglo XVI, una catedral cristiana. 

Nombre: Mezquita de Córdoba.
Arquitecto: Desconocido. Comitente: Abd al-Rahman I. Posteriormente realizaron ampliaciones significativas: Abd al-Rahman II, Al-Hakam II y Al-Mansur.
Cronología: 785-788 (Abd al-Rahman I), ampliada sucesivamente en el 833, 855, 962-966 y 987.
Localización: Córdoba. 
Estilo: Hispanomusulmán.
Materiales: Piedra, ladrillo, madera y, como material decorativo, yeso.
Dimensiones: 178 x 125 metros. 

El exterior para una muralla, sin fachada principal salpicada por numerosas puertas de acceso; sobresalen los contrafuertes, terminados en almenas.
Las puertas, de inspiración romana e imitadas por el arte hispanomusulmán posterior, constan de tres cuerpos: uno central la puerta de acceso, y dos laterales que simulan puertas ciegas, la parte superior está profusamente decorada con arcos de herradura o lobulados y celosías. 

El inmenso sahn o Patio de los narajos, cuyos árboles reproducen la distribución de los soportes interiores de la sala de oración, alberga cuatro sabils o fuentes rituales para las abluciones de los fieles.
En el fondo del patio se abren 19 arcos de herradura, que se corresponden con las 19 naves del haram o sala de oración. 
Estas naves, separadas por arcadas sobre columnas, están emplazadas en perpendicular para conducir la mirada del creyente hacia la quibla, el muro de la cabecera orientado hacia la Meca. En la quibla se sitúa el mihrab, armario sagrado donde se guarda el Corán y desde el cual se dirige la oración. Delante del mihrab existe un espacio privilegiado, la maqsura, reservada a las autoridades. 
Interior. 
En el edificio original, erigido por Abd al-Rahman I, se reutilizaron fustes romanos y visigodos, la insuficiente altura de los fustes se resolvió gracias a una ingeniosa superposición de arquerías. Esta innovación sin precedentes permitió elevar considerablemente la cubierta (11,5 m) y generar un efecto de ligereza casi etérea; probablemente no fue más que una afortunadísima improvisación, ya que la mezquita se estaba construyendo a toda velocidad y el arquitecto sólo disponía de los reducidos fustes clásicos. 
El sistema constructivo es el siguiente: sobre  cada columna reutilizada se levanta una pilastra secundada por arcos de herradura, que contrarrestan las presiones laterales que ejerce la pilastra, estos arcos de herradura posibilitan que las pilastras sostengan un segundo nivel de arcos de medio puntos que, a su vez, soportan la cubierta a dos aguas. En la transición de la columna al pilar entran en juego los modillones de rollo que proporcionan al pilar una base lo suficientemente ancha como para admitir, en la cubierta, canales de recolección de aguas pluviales. 
Las ampliaciones respetaron la concepción de la sala de oración, sin embargo, parte de la sala quedaba sumida en la penumbra. Para iluminarla, Al-Hakam II añadió cuatro cuerpos de ventanas coronadas con cúpulas, uno en el centro y tres delante de la maqsura. Para sustentar las cúpulas sin poner obstáculos a la visión del bosque de columnas, se perfeccionó el sistema de arquerías del edificio original: dos columnas superpuestas eran flanqueadas por tres hileras de arcos lobulados entrelazados que aseguran la estabilidad, los arcos lobulados utilizados aquí estaban prácticamente cegados por las tracerías complicadas y vistosas que filtraban la luz como si fueran celosías. Las cúpulas se levantan sobre arcos que se entrecruzan formando polígonos estrellados, entre los nervios de las cúpulas se emplazaron las ventanas. 
La ampliación de Al-Hakam II revistió el interior de la mezquita de riqueza y suntuosidad. El recurso al yeso, con un gran despliegue de formas y colores, se completó en la fachada del mihrab, la cúpula interior se revistió con mosaicos importados de Bizancio.
Además de las innovaciones constructivas, la mezquita cordobesa introdujo el yeso como material preferente en la ornamentación islámica, su versatilidad dio lugar a arabescos o lacerias (frisos geométricos y flores enlazadas), motivos vegetales, inscripciones cúficas, atauriques (relieves de temática vegetal), etc. 


6. MEDINA AZAHARA

Es el palacio de Medina Azahara, construido por Abd al-Rahman III en el año 936 para que sirviera como sede política y administrativa del califato, pregonando al mundo el poder de la dinastía Omeya de Al-andalus. 

Desde aquel momento, las obras se desarrollaron con tal celeridad que nueve años después (945) la corte califal pudo trasladarse aquí desde Córdoba, lo que demuestra que los edificios más importantes estaban ya terminados, aunque los trabajos continuasen unos años más. Conocemos el nombre del primer arquitecto de la ciudad, Muslama ben-Abdallah.

El conjunto, dada su situación en una ladera, se desenvuelve en tres grandes terrazas, cada una de ellas con una función diferenciada. Así, la primera servía de zona palaciega y como residencia del califa; la segunda acogía las dependencias administrativas y, la tercera, actuaba como ciudad propiamente dicha, alojando al resto de la población. Además, y aunque solemos considerar a las ciudades islámicas como organismos vivos que crecen casi espontáneamente, no es este el caso de Madinat al-zahra, donde apreciamos un preciso trazado ortogonal y una evidente planificación urbanística.

Sin embargo, la vida de esta ciudad fue breve. A comienzos del siglo XI, y como consecuencia de la fitna o guerra civil que puso fin al califato de Córdoba, la capital política de los omeyas fue abandonada y desde poco después los materiales de sus edificios comenzaron a servir como cantera para otras construcciones cordobesas. Y así estuvo durante casi 900 años, hasta que se comenzaron las primeras investigaciones en 1911.

Destaca entre lo excavado el "Salón rico", en el que se celebraban las principales fiestas de la corte, sirviendo también como sala de recepciones. Se trata de un amplio espacio basilical, dividido en tres naves separadas por columnas sobre las que apean arcos de herradura. Se abre al exterior por un hermoso pórtico de seis columnas. Por todas partes encontramos aquí una rica decoración con mármoles y atauriques, entre los que destaca el tema del árbol de la vida (motivo persa).
Pero no sólo eso. Madinat al-zahra disponía también de una muralla jalonada de torres, de una amplia mezquita, de extensos jardines y patios y de viviendas






7. TORRE DEL ORO
Es una Arquitectura islámica andalusí, época almohade, una obra arquitectónica de planta dodecágona y se corona con almenas. Está dividida en tres cuerpos, mide 36,7 m de altura y 15,2 m de anchura máxima en la base, construcción realizada mediante sillares de piedra y ladrillo.
La Torre del Oro formó parte de las defensas del Alcázar de Sevilla. Situada en la margen izquierda del Guadalquivir. Sobre la terraza se eleva otro cuerpo más pequeño y esbelto que corresponde a época más moderna. En su interior presenta dos plantas, una inferior y otra principal, constituidas alrededor de un pilar central que hace de eje, circundada por una escalera que sirve de acceso a las plantas superiores.

Fue levantada por Abu el-Ola en 1120. El cuerpo superior de la Torre estaba decorado con azulejos de reflejos metálicos, de ahí su nombre. Sirvió como lugar de custodia de los tesoros de Pedro I y como depósito del oro y la plata llegados de América. También era utilizada para controlar las entradas al puerto sevillano y una gruesa enorme cadena de hierro colgaba de ella, atravesando el río de orilla a orilla. La leyenda cuenta que la Torre era utilizada como refugio de las damas cortejadas por el rey don Pedro, sirviendo especialmente de mansión a su amante más famosa.



8. PATIO DE LOS LEONES
Mandado construir por Mohamed V, su planta es rectangular, y está rodeado por una galería a modo de claustro cristiano, lejos del estilo del típico patio musulmán andaluz, más parecido al que presenta el Patio de los Arrayanes, sostenido por 124 columnas de mármol blanco y fino fuste, los cuales presentan en su parte superior multitud de anillos, y sostienen capiteles cúbicos y grandes ábacos, decorados con inscripciones y ataurique. Bajo el friso de madera tallada corren arcos de yeso peraltado, menos los de los pabellones y extremos de los lados más largos de la galería, que son de mocárabes, con enjuntas de decorado calado en forma de rombo. Los dos centros de los lados más largos del patio tienen arcos de medio punto mayores que el resto y poseen una arquivoltas de mocárabes, mientras que las enjutas presentan una decoración de ataurique. Estos arcos comunican el patio con la Sala de los Abencerrajes y con la Sala de Dos Hermanas. Sobre estos arcos podemos distinguir los aposentos de las mujeres del sultán. En el centro de cada una de las galerías cortas se encuentran los pabellones, que avanzan sobre el patio, de planta cuadrada, y recubiertos de cúpulas semiesféricas de madera en su interior.


El centro del patio era de jardín bajo y el piso de las galerías de mármol blanco. Este jardín ha sufrido muchas modificaciones a lo largo de los años, y actualmente se ha optado por eliminarlo prácticamente con el fin de evitar humedades que aparecieron en otras épocas. Presenta unos canales de mármol blanco que parten del interior de los pabellones y bajo los cenadores, que confluyen en la fuente central en forma de cruz. En los extremos de los canales existen unos surtidores que proveen de agua a la fuente central.

Construido  por Mohamed V, hijo de Yusuf I en 1377. El patio de los leones es de planta rectangular, rodeado por una esbelta galería con 124 columnas de mármol. Las columnas se unen con paños calados que dejan pasar la luz. estan compuestos por fustes cilíndricos muy delgados, anillos en la parte superior, capiteles cúbicos sobre los que corren inscripciones. Las planchas grises de plomo convierten los empujes horizontales en verticales. 
Los dos templetes que avanzan a los dos lados opuestos del patio son de planta cuadrada, decorados con cúpulas de madera que se apoyan en pechinas de mocárabes.

 Tambien la  fuente de los leones tiene diversas significaciones, por una parte los doce leones representan un signo del zodiaco, también esta fuente alude a la vida y a los 4 ríos del Paraiso. 



9. SALÓN DEL TRONO DE YUSUF I (TORRE DE COMARES)
Desde el Patio de los Arrayanes destaca en uno de sus extremos, el imponente Torreón de Comares, al que se accede por la Sala de la Barca. El salón de Comares es la estancia más amplia y elevada de todo el palacio. Su construcción data del segundo tercio del siglo XIV, siendo rey nazarí de Granada, Yusuf I. Su función principal era celebrar las audiencias privadas del monarca. Los invitados se sentaban en los huecos que se abren en en las paredes. Además aquí encontramos el trono.

Presenta planta cuadrada de 11 metros de lado y 18 de altura, originalmente el suelo era de mármol y en la actualidad de barro. En el centro de la sala se puede observar un cuadrado con el nombre de Alá escrito sobre azulejos.

Es un lugar con un contenido poético muy rico, podemos encontrar distintas composiciones, alabanzas a Dios y al emir y también algunos fragmentos del Corán. Cada centímetro de la pared está cubierto por algún elemento decorativo.

En los laterales del salón hay 9 alcobas, tres por cada uno de los lados del salón, correspondiendo la alcoba central del lado norte al sultán, también se abren una serie de ventanas cerradas antiguamente por celosías de madera y vidrieras de colores llamadas cumarias, (de ahí el nombre de comares). Todas las paredes están cubiertas de yerserías con motivos de conchas, flores, estrellas, escrituras. Sala policromada: oro en el relieve, colores claros en lo profundo. Zócalo decorado con azulejos. El suelo original era de cerámica vidriada en blanco y azul con escudos de armas como motivos ornamentales.

Las paredes están, además, decoradas con versículos coránicos y poemas realizados en yesería, lo que le debían conceder a esta sala en sus orígenes, con la decoración que no nos ha llegado, con sus juegos de luz y su ambiente cortesano, una de las salas palaciegas más impresionantes del mundo islámico. La calefacción era de braseros y la iluminación con lámparas de aceite.

Uno de los aspectos más atrayentes del Salón de los Embajadores es su techo, de forma cúbica. En él se representan los siete cielos de la cultura musulmana, situados uno encima de otro. El Corán dice que sobre ellos está el trono de Dios; todo el techo está lleno de estrellas, en total son ciento cinco.

El techo es una representación del Universo, quizás una de las mejores representaciones de la Edad Media. Realizado en madera de cedro con incrustaciones de maderas de diferentes colores, va formando estrellas superpuestas que forman diferentes niveles. En el centro y lo más elevado está el Escabel (عرش) sobre el que se establece Dios-Alláh según los relatos coránicos. Desde éste se van repitiendo las figuras geométricas que dividen el techo en siete espacios, que representan los 7 cielos que descienden consecutivamente hasta este mundo: el 7 es uno de los números simbólicos por excelencia.