T.7: La novela romana (Autores: Petronio y Apuleyo)


1. Concepto y delimitación del género

      El problema fundamental a la hora de tratar la novela en la Antigüedad clásica es el de su indefinición. Las primeras novelas surgen en época muy tardía, cuando los griegos ya habían fijado un nombre y características para cada género, y la novela no encuentra acomodo en ninguno de ellos. A principios del siglo V Macrobio, escritor latino, la define como “narraciones de tema amoroso cuya finalidad es pura diversión”. Es un producto de un mundo en decadencia, en crisis política,  social y religiosa, un género abierto en el que se mezclan historia y ficción, prosa y poesía, amores y aventuras.

   Por encima de los múltiples aspectos que las diferencian, todas las novelas de la Antigüedad clásica tienen algunos rasgos comunes: la presencia del tema amoroso como núcleo de la trama, que sitúa la novela en la esfera de la vida privada, ajena a los movimientos políticos y sociales, y el continuo viajar de los protagonistas, que complica la trama inicial con múltiples aventuras. Sin embargo, se pueden distinguir dos grupos con notables diferencias entre sí:
   - novelas románticas, idealistas, escritas en griego y vinculadas al mundo helenístico.
  - novelas cómicas, originadas en el mundo romano, con características específicas en su técnica literaria y en su intención. A este tipo pertenecen las dos únicas novelas latinas: el Satiricón de Petronio y El Asno de Oro de Apuleyo.

    La novela latina: el primer elemento característico es su tono satírico, propio del carácter itálico; las novelas romanas incluyen parodias de todo tipo sobre cuestiones religiosas, literarias y sociales, pero su intención no es moralizante: sus protagonistas no intentan cambiar un mundo hostil, sino sobrevivir en él.

  En el aspecto formal, destacan por su perfección; a pesar de su carácter popular, la novela cómica, por su fina ironía, no puede ser entendida sino por un público que tenga una educación literaria.  Los novelistas complican la trama con gran cantidad de aventuras, relatos novelescos independientes con entidad y valor artístico propios, sin que por ello se deteriore el sentido del conjunto. Se trata, pues, de un género literario con características propias en el que confluyen las influencias de los cuentos milesios, la sátira y el mimo.

2. Petronio: El Satiricón

      Tanto la fecha de la composición como la autoría del Satiricon son cuestiones abiertas sin una solución definitiva, pero íntimamente relacionadas. La mayoría de los estudiosos la sitúan en los últimos años del reinado de Nerón, siendo su autor Petronius Arbiter, un consular al que se refiere Tácito en sus Annales, un aristócrata de gustos refinados, que fue procónsul en Bitinia, donde demostró una considerable capacidad e inteligencia en el desempeño del cargo. Pertenecía al círculo de íntimos de Nerón, que lo  consideraba “arbiter elegantiae”; sin embargo, fue acusado de participar en la conjura de Pisón y, sin esperar a ser condenado, se dio muerte serenamente en el 66 d.C.

     El Satiricón nos ha llegado extraordinariamente fragmentada; parece, por los fragmentos conservados que debió tener al menos 16 libros. Es una obra muy compleja, no sólo por su trama, sino también por la gran cantidad de géneros que confluyen en ella. El relato principal, en primera persona, se centra en las vergonzosas aventuras del propio narrador, Encolpio,  y de su amante Gitón, joven hermoso y sin escrúpulos. Parodiando la Odisea, el protagonista es zarandeado de un lado a otro a causa de la ira de Príapo, obsceno dios de la fertilidad, como Ulises a causa de la ira de Poseidón.
     En la novela se insertan numerosos episodios menores con valor y entidad propios; el más extenso y de mayor importancia de los conservados es el llamado La cena de Trimalción, en el que narra el banquete ofrecido por el liberto Trimalción, recientemente enriquecido, y su esposa, al que asisten los protagonistas. El tema le sirve a Petronio para trazar una viva caricatura de la vulgaridad de esa clase de nuevos ricos que proliferaban en la época imperial, logrando con este retrato una de las figuras más logradas de la literatura romana. Además de otras narraciones cortas como la de la Matrona de Éfeso y El muchacho de Pérgamo, incluye también gran número de pequeñas poesías y poemas extensos, destinados a un público entendido y culto.
     Con El Satiricon  Petronio consigue una obra totalmente nueva y original, que se adaptaba bien al gusto de la época y representaba a la perfección el espíritu escéptico y epicúreo de su autor. Al ser difícilmente clasificable, se relaciona esta obra con la sátira menipea de Varrón, por su tono paródico y burlesco, así como por la mezcla continua de prosa y verso. Visible es también su relación con las fabulae milesiae, narraciones cortas de alto contenido erótico surgidas en Asia Menor en el siglo II a.C., sobre todo por la concatenación de distintos episodios.  Se trata, en fin, de una obra distinta, original y extraordinariamente compleja, en la que, partiendo formalmente de la sátira menipea, el autor introduce rasgos distintivos tomados de las novelas de viajes, así como de una parodia de las novelas de amor.

3.  Apuleyo: El Asno de Oro

      Apuleyo nació en Madaura, en la provincia africana de Numidia. Su nacimiento se fija en torno al 125 d.C.; gozó de una desahogada posición económica y recibió una educación esmerada, primero en Cartago y posteriormente, al quedar huérfano y cobrar una importante herencia, en Oriente, Grecia e Italia. En Atenas se interesa fundamentalmente por la filosofía, sobre todo por la escuela platónica; a esto añade su afición por las religiones orientales y por los cultos mistéricos. Vivió en Roma, donde estudió retórica y ejerció como abogado y finalmente se estableció en Cartago, donde  difunde, en latín y en griego, sus conocimientos filosóficos, religiosos y retóricos, y gozó del reconocimiento de sus conciudadanos. Se piensa que murió en torno al 180 d.C.

      Apuleyo fue un escritor con una abundantísima producción que abarca obras de filosofía, discursos y poesía, de las que una gran parte se ha perdido. Sin embargo, su fama va unida a su novela El Asno de Oro. El título original parece que fue el de Metamorfosis, con el que se alude a la transformación del protagonista en asno y a otros cambios y hechizos de los que el libro está lleno, pero ya desde la Antigüedad se popularizó el segundo título. Apuleyo sigue alguna narración griega, como él mismo afirma en el prólogo de su obra, pero interpreta libremente el modelo precedente, cambiando nombres y circunstancias e impregnando la obra de su espíritu, de su particular afición por la magia y por los misterios.

   El autor construye en once libros una novela de aventuras con un fondo místico-religioso. El episodio central de la obra es la transformación por arte de magia en asno de Lucio, un joven de Corinto, y las peripecias que sufre hasta recuperar la forma humana gracias a la intervención milagrosa de Isis. Es un relato en primera persona en el que se narran múltiples y fantásticas aventuras cuyo nexo de unión es Lucio, transformado en asno. La obra se puede  estructurar en los siguientes bloques:

 1) Primer bloque: libros I -III. Lucio es convertido en asno por un  error en los encantamientos en Tesalia; la casa es saqueada por unos ladrones que se llevan consigo al asno junto con todas las caballerías.

2) Segundo bloque: libros IV-VI. Las desventuras de Lucio en poder de los ladrones. Incluye el episodio más importante y de mayor valor literario de toda la obra: la fábula de Cupido y Psique.  Este hermosísimo cuento narra la historia de Psique, una joven de extraordinaria belleza de la que el dios Cupido se enamora. El dios, que había prohibido a la joven que lo contemplara, sólo se reunía con ella al caer la tarde. Una noche, movida por la curiosidad, Psique, mientras Cupido duerme, acerca una lámpara de aceite para poder verlo; el dios se despierta y, enfadado por su desobediencia, la abandona. Psique inicia la búsqueda de su amante por toda la tierra, sometida a pruebas inhumanas por parte de los dioses. Finalmente, Júpiter consiente el reencuentro de los amantes y Psique asciende al cielo.
  Muchos han visto en la interpretación de este cuento el platonismo de su autor: Psique sería una alegoría del alma que busca la perfección en su unión con la divinidad.

3) Tercer bloque: libros VII-X. Narra el peregrinar del asno por distintos amos, hasta que lo llevan a exhibirlo en un teatro al descubrir sus facultades extraordinarias. Finalmente logra escapar.

4) El libro XI: Isis devuelve la forma humana a Lucio; ceremonia de iniciación de Lucio en los cultos de Isis.

    El Asno de Oro es una obra de difícil clasificación. Es manifiesta la influencia de las fábulas milesias, pero también obtiene materia e información de la fabulística sacra, que surgía en los templos y  sectas;  difundían vida y milagros de dioses, apariciones y toda clase de portentosas aventuras. La obra de Apuleyo se diferencia del Satiricón de Petronio por la ausencia de versificación y por el tono místico-religioso, totalmente alejado de la obra de Petronio.
   En cuanto al estilo, destacan la artificialidad y la extravagancia verbal tomadas de la segunda sofística. Apuleyo es un maestro de la llamada elocutio novella, que combina arcaísmos y helenismos, vulgarismos y neologismos. Está también  patente la influencia de la escuela oratoria asiánica.

 La influencia de la novela de Apuleyo a partir del Renacimiento ha sido muy  importante. Boccaccio, la novela picaresca española, Calderón o La Fontaine son deudores de la obra del escritor latino. Por otro lado, la influencia del relato de Cupido y Psique ha sido enorme en la literatura y el arte occidental.

2 comentarios:

  1. Calderón o La Fontaine son deudores de la obra del escritor latino. Por otro lado, la influencia del relato de Cupido y Psique ha sido enorme en la literatura y el arte occident https://symcdata.info/el-arte-en-el-imperio-inca/

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