Comparación Ortega-Descartes
Desde el punto de vista ontológico:
Para Descartes la única existencia real es lo percibido con certeza por la razón. Por tanto, lo real es lo racional matematizable. Esta realidad cierta es idéntica e igual para todos los sujetos racionales que apliquen correctamente el método. Además, distingue el dualismo ontológico, separando la sustancia pensante (razón) de la sustancia extensa (cuerpo).
Para Ortega la realidad no es objetiva ni relativa, sino perspectiva. La realidad se muestra para él desde tantos puntos de vista como sujetos. Por tanto, la realidad completa nunca será conocida. Solo el sujeto que aglutinara las infinitas perspectivas podría conocer toda la realidad (Dios), aunque esta hipótesis sea contradictoria y utópica, pues todo yo conoce desde su punto de vista, el proporcionado por su circunstancia. Cada sujeto y época solo tiene acceso a una parte de verdad, que forma parte de la verdad absoluta.
Desde el punto de vista epistemológico:
Para Descartes será verdadero lo que la razón distinga como claro y distinto, excluyendo al lugar y momento histórico al que pertenezca. Una razón separada y sin ningún contacto con el cuerpo: la sustancia pensante, que cuando se deja llevar por los sentidos entra en contacto con lo sensible y pierde la capacidad de alcanzar la verdad. Para él, ni la vida concreta ni su momento histórico influyen en su capacidad de conocer lo que se ha definido como real.
Para Ortega sucede lo contrario, el conocimiento siempre es alcanzado desde una perspectiva, desde un punto de vista. La circunstancia del sujeto determina la parte de verdad a la que tiene acceso. Por tanto, ningún sujeto ni ninguna época histórica podrá alcanzar jamás el conocimiento absoluto y definitivo, alcanzarán solo una parte de la verdad. Desde su vida, el hombre alcanza realidades objetivas lo que no implica que sean ultravitales y extrahistóricas porque solo son accesibles desde una vida y una historia. Por eso, la verdad no es consecuencia de una sustancia pensante o alma racional, sino de una razón encarnada en la vida, de una razón vital.
Desde el punto de vista antropológico:
Descartes propone un dualismo antropológico racionalista, lo único indubitable es la existencia del “yo pienso”, una sustancia que se define y justifica su existencia como pensamiento. Lo corporal es un añadido secundario y accidental. Por ello para él, los hombres de todas las épocas y lugares son los mismos. Las diferencias culturales e históricas que Descartes reconoce entre ellos no tocan a la esencia humana, que es su pensar. La actividad que lleva a la verdad es una actividad no vital.
Para Ortega lo que define al hombre es su vivir. La vida no es una sustancia, no tiene naturaleza, tiene historia. El hombre es un ser que se está haciendo continuamente a sí mismo, decidiendo desde el marco de libertad que le ofrece su circunstancia. El hombre no puede prescindir de la cultura: de querer conocer la verdad, de actuar bien y de contemplar lo bello. Sin verdad no hay hombre, pero esa verdad solo es accesible y útil desde y para un hombre, que es razón vital.
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graciaas! muy muy útil y de fácil comprensión! a por el 10!
ResponderEliminarde nada y suerte:)
EliminarQue fiera estás hecho.
ResponderEliminarGracias :3 gracias a esto tuve el punto que me faltaba para el diez en un comentario ^^ y seguramente que me la prepare para la PAU
ResponderEliminares muuy util y facil de entender ^^
Mil gracias! no sabía donde buscalos!
ResponderEliminarde nada, suerte :)
Eliminarcomo podria hacer una introducción de cada apartado?
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarMuchas gracias, por gente como vosotros que hace este tipo de blogs hoy en día es mucho mas sencillo de acceder a cierta información necesaria. Muy bien hecho el blog y muy completo
ResponderEliminarMuchísimas gracias por la información. Mi profesor valora mucho que comparemos autores y esta página me ha salvado la vida, sobre todo porque es fácil de entender!!
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